Caímos en el aburrimiento, pasamos del paroxismo al tedio. Las coincidencias del ayer ahora son contradicciones. El sexo es la puerta donde nos encontramos, pero ¿ hasta cuándo? Las pláticas en el café, el lenguaje de las manos en el parque, han quedado lejos. Ahora tenemos el reproche, la pregunta, la ironía. Esperamos la noche y sin hablar, vivimos para el placer. Yo sueño con otra mujer, tú con otro hombre. Tendremos un espacio para reconsiderar, ya que hoy en la noche, para fortuna de ambos, llega tu marido.
La lluvia por Rubén García García
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La tarde fría. Sobre la ventana, el vaho exhalado se anuba. Dibujo con la
uña la curva de tu paso… el vaivén de tu cabello. Aclaro mi voz y canto la
canció...
Hace 1 día
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